No sólo se ve esto claramente de las dos preguntas que Pablo hizo a “los creyentes” sino igualmente está claro del mismo hecho que Todopoderoso escogió grabar este incidente. Si no fuera por Hechos 19, los otros relatos posiblemente podrían ser excusados como eventos raros y únicos.
Es el Espíritu Santo quien nos va santificando, ayudándonos a ser más como Cristo en medio de una sociedad tan alejada de él. La obra del Espíritu Santo nos ayuda a desempeñarse en todo momento de una forma que agrada a Altísimo. Su poder y su obra en nosotros nos ayuda a ser más como Jesús cada día.
Los que dicen que el Ejemplar de Los Hechos no es para el día de actualmente tienen la carga de la prueba. Si Hechos no es el maniquí para la iglesia neotestamentaria, ¿Qué es el maniquí?
Debe dejar que el Espíritu Santo tome pleno control de su vida y debe esforzarse en resistir el fruto del Espíritu.
En Hechos 10, los Gentiles – Cornelio y aquellos que estaban con él – fueron agregados a la Iglesia. Pero, noten que un bautismo subsecuente no ocurre; en lugar, creer y el bautismo con el Espíritu ocurren a la misma tiempo.
Lucas grabó suficiente para establecer un precedente para cada situación para que no fuera necesario anotar cada otro caso o describir otras conversiones en detalle.
En el volumen de los Hechos, el bautismo en el Espíritu Santo se presenta como una experiencia reglamento para los creyentes. En Hechos 2, los discípulos fueron llenos del Espíritu y comenzaron a platicar en otras lenguas, atrayendo a multitudes y predicando con autoridad. En Hechos 8, los samaritanos creyeron y fueron bautizados en agua, pero recibieron el Espíritu Santo solo luego de la imposición de manos de Pedro y Juan.
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Esta modificación del credo niceno no fue aceptada en oriente, lo que se tradujo en una escisión entre las actuales Iglesia católica e Iglesia ortodoxa. Es lo que se conoce como Cisma de Oriente y Occidente que perdura hasta nuestros díVencedor. Ambas iglesias se declaran por tanto trinitarias, aunque difieran en el matiz «Filioque».
La combinación de estas funciones permite que el Espíritu Santo actúe como un compañero constante en el camino cristiano. Su presencia transforma la experiencia de Confianza, haciendo que los creyentes se sientan apoyados y guiados en cada etapa de su vida espiritual.
El Volumen de Catástrofe todavía se dirige a las iglesias y a los creyentes establecidos y revela el plan de Todopoderoso para el futuro.
El Espíritu Santo desempeña un papel crucial en la relación con Dios. Su presencia en la vida del creyente permite una conexión más profunda, facilitando el entendimiento de las Escrituras y guiando cerca de una vida que refleja los Títulos cristianos.
El Espíritu Santo nos quita el temor a lo que los demás digan o piensen sobre nosotros. Él nos da poder para pasar nuestros temores y nos ayuda a resistir el aprecio y la Palabra de Dios a todos los que nos rodean.
Juan el Bautista predicaba la promesa del bautismo del Espíritu Santo: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de aguantar, es más poderoso que yo; El os bautizará en Espíritu Santo y Source fuego” (Mateo 3:11).